lunes, 17 de diciembre de 2012

Ciruelo primo

No sé porqué decidí no escribir lo inexorable, por cierto, el ciruelo floreció al día siguiente de que él se durmiera, en mi mente está durmiendo y es por eso que sufro menos, vivo en estado de ansiedad esperando que vuelva renacido, para mi, ¿la gente se irá a dormir eternamente para florecer al final de la eternidad?, ¿no hay jardines, ni música, ni lluvia, ni risas, ni miedos en ella?, ¿no hay nadie que me necesite tan genuinamente para despojar un caramelo de su envoltura?

No existen esas medidas y yo lo sé porque cuando te recuerdo me embarga el más fiel sentido de injusticia, me embarga sufrir tan justificadamente que alcanzaría con pensar cerca de un canario para verlo desfallecer en medio del jardín. 

¿Quién me va a amar? le pregunto de vuelta al lugar donde sólo dios y los recuerdos escuchan, no hay forma fácil de decir te extraño.

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