martes, 10 de septiembre de 2013

el reecuentro

Salgo al jardín insistentemente y me pongo a respirar para ver si se desprenden todos esos recuerdos, los dejo ir! vuelen! sean felices que llega la primavera! 

La génesis de lo que escribo son los sueños, sueño mis cuentos... 


la otra noche me recosté en la oscuridad sólo con el sonido del calor, y mientras dormitaba y mis ojos se cerraban, comencé a escuchar un jadeo que se acercaba ansiosamente, estiré mi mano y sentí un pelaje suave (sí, así de rápido paso todo), luego una voz:
-vení conmigo

los sueños no tienen lógica, así que no dudé un segundo en seguir a la bestia guiándome sólo por sus jadeos hasta llegar al jardín, en realidad, de día mi jardín no se veía de esa manera, las flores brillaban y la única luz era la de una luna enorme que se posaba sobre los bancos y la enredadera.

pude ver. 

-ahora vamos a jugar. Me dijo. 

entonces comencé a llorar como no había llorado en años, como no había llorado con la muerte de mi padre, lloré como en los sueños.

y me tiré en el pasto, y jugamos a las caricias, a correr, jugamos a cuando yo le contaba mis tristezas y ella miraba a la luna, jugamos a dormir la siesta pero yo no dormía, yo la miraba sin entender la vida, ni la verdad, ni a los seres humanos, ni la manera correcta de hacer un té, yo me quedé despierta en el sueño.

durmió y durmió tanto que la creí muerta pero cuando lo creyó oportuno dijo que debía irse, que tenía cosas que hacer y que me iba a extrañar, me llevó hasta mi cama y con un gran abrazo me hizo prometerle que no la vería partir. 


p.d: dejé de escribir, me han quitado esa capacidad, dios, si existe, me ha salvado. pero tanto te extraño que he de escribir mil libros mal escritos, por vos.