La génesis de lo que escribo son los sueños, sueño mis cuentos...
la otra noche me recosté en la oscuridad sólo con el sonido del calor, y mientras dormitaba y mis ojos se cerraban, comencé a escuchar un jadeo que se acercaba ansiosamente, estiré mi mano y sentí un pelaje suave (sí, así de rápido paso todo), luego una voz:
-vení conmigo
los sueños no tienen lógica, así que no dudé un segundo en seguir a la bestia guiándome sólo por sus jadeos hasta llegar al jardín, en realidad, de día mi jardín no se veía de esa manera, las flores brillaban y la única luz era la de una luna enorme que se posaba sobre los bancos y la enredadera.
pude ver.
-ahora vamos a jugar. Me dijo.
entonces comencé a llorar como no había llorado en años, como no había llorado con la muerte de mi padre, lloré como en los sueños.
y me tiré en el pasto, y jugamos a las caricias, a correr, jugamos a cuando yo le contaba mis tristezas y ella miraba a la luna, jugamos a dormir la siesta pero yo no dormía, yo la miraba sin entender la vida, ni la verdad, ni a los seres humanos, ni la manera correcta de hacer un té, yo me quedé despierta en el sueño.
durmió y durmió tanto que la creí muerta pero cuando lo creyó oportuno dijo que debía irse, que tenía cosas que hacer y que me iba a extrañar, me llevó hasta mi cama y con un gran abrazo me hizo prometerle que no la vería partir.
p.d: dejé de escribir, me han quitado esa capacidad, dios, si existe, me ha salvado. pero tanto te extraño que he de escribir mil libros mal escritos, por vos.